Un final que nadie esperaba en Matute
La noche en el Estadio Alejandro Villanueva no era una cualquiera. Los aficionados de Alianza Lima llenaron las gradas con esperanzas de sumar tres puntos ante un rival que, sobre el papel, parecía accesible. Pero el fútbol siempre tiene espacio para giros de guión y, esta vez, el protagonista inesperado fue Cienciano.
Hasta el final del partido, el marcador no se movía del 0-0. Los blanquiazules, que llegaban ubicados en la cuarta posición con 12 puntos, buscaban abrir el resultado liderados por Paolo Guerrero, su fichaje estrella y goleador con 4 tantos. Al frente, Cienciano apenas sumaba 7 puntos y ocupaba la duodécima casilla, pero apostó por la paciencia y cerró filas en defensa, esperando su oportunidad.
Penalti agónico y polémica arbitral
Ya con el tiempo cumplido, todo parecía indicar que ambos equipos sumarían solo un punto. Sin embargo, el séptimo minuto del tiempo añadido trajo el desenlace que nadie imaginaba: penal para Cienciano. Christian Cueva, con sangre fría y mucha presión, mandó el balón al fondo y silenció a la hinchada local. Era el 1-0 definitivo, desatando la locura en el banco visitante y la frustración de los limeños.
Además del gol postrero, el partido estuvo marcado por momentos calientes. Uno de ellos, la anulación de una tarjeta roja mostrada inicialmente a Paolo Guerrero en el minuto 63. El delantero, conocido por su temperamento y capacidad de liderazgo dentro del campo, se vio envuelto en una polémica jugada que terminó, tras revisión, sin expulsión. Eso permitió que siguiera en la cancha, aunque no logró cambiar el resultado.
En la búsqueda del gol, Alianza Lima también movió el banquillo: ingresaron Gaibor y Ceppelini en el minuto 58. Sin embargo, la apuesta táctica no ofreció el efecto deseado, y el equipo terminó naufragando en ataque. Por su parte, Carlos Garces, el máximo artillero de Cienciano con 5 goles antes del encuentro, no marcó, pero fue una amenaza constante para la zaga blanquiazul.
Las condiciones tampoco fueron un freno para la intensidad del partido: una temperatura suave de 20°C (68°F) y vientos moderados alrededor de 22 km/h (14 mph) acompañaron un choque de mucha tensión y pocas oportunidades claras.
Este triunfo de Cienciano no solo ha sido un golpe sobre la mesa para un equipo cuestionado por su rendimiento fuera de casa, sino que demuestra que la Liga 1 aún guarda muchas sorpresas. Si alguien pensaba que estaba todo dicho, la noche recuerda que en el fútbol peruano, los guiones se escriben hasta el último minuto.