Desarrollo del partido
El viernes 25 de septiembre de 2025, el Estadio Francisco Sánchez Rumoroso vibró con una tensión que no necesitaba público. Universidad de Chile, que llegaba al encuentro tras un 0-0 en la ida, se encontró cara a cara con un Alianza Lima que buscaba la remontada. El decisivo primer gol llegó en el minuto 5, cuando Lucas Assadi, recién incorporado al once titular, aprovechó un pase filtrado de Matías Sepúlveda en la banda izquierda. La jugada, que partió de una contra rápida, dejó al arquero peruano Viscarra sin opciones y marcó el tono del partido.
Durante los primeros 45 minutos, el conjunto chileno mantuvo la presión, pero el marcador se mantuvo. La segunda mitad arrancó con la misma energía y, a los 51, Javier Altamirano amplió el premio. Tras un centro desde la banda derecha, el delantero se plantó en el área y remató con firmeza, dejando sin dudas la ventaja 2-0. En esa ocasión, la defensa de Alianza Lima se mostró desorganizada, y la falta de sincronía entre sus líneas dejó espacios que la amenaza de los “aurinegros” supo explotar.
El gol de la visita llegó en el minuto 63. Castillo recibió un cruce de Juan Quevedo, que había buscado en la banda izquierda el punto de fuga para su compañero. Con una zurda certera, el delantero peruano batió a la barrera y obligó al guardameta chileno a un salvamento imposible. A partir de ese momento, Alianza Lima se lanzó al ataque, generando varias ocasiones, pero la solidez defensiva de Universidad de Chile, liderada por el capitán Carlos Gormaz, mantuvo la ventaja intacta.
Los últimos minutos fueron un carrusel de chances. Alianza intentó empatar con tiros de larga distancia y jugadas combinadas, mientras que los chilenos se aferraron a la táctica de cerrar espacios y buscar contraataques. El pitido final confirmó el 2-1, sellando la clasificación a semifinales de la Copa Sudamericana después de una espera de trece años.

Repercusiones y futuro
El triunfo llega en un momento delicado para Universidad de Chile en la liga local, donde el rendimiento ha sido irregular y la presión de la afición exige títulos. Con la Copa Sudamericana como principal objetivo, el cuerpo técnico ha subrayado la necesidad de mantener la consistencia mostrada en Coquimbo, especialmente en juego ofensivo rápido y defensa compacta.
Para Alianza Lima, la eliminación suscita reflexiones. El entrenador Álvarez, en la rueda de prensa posterior, elogió la garra de sus jugadores y señaló que la falta de efectividad en la zona de ataque fue el factor decisivo. El club peruano, que había llegado a la fase de cuartos tras una campaña sólida, ahora enfocará sus recursos en la liga nacional y la Copa Libertadores.
Desde el punto de vista organizativo, la ausencia de público fue una medida polémica, motivada por incidentes de violencia en partidos previos. Las autoridades locales aseguraron que la prioridad era garantizar la seguridad de jugadores y cuerpo técnico, pero la atmósfera desierta recordaba los partidos de la pandemia, afectando la energía del espectáculo.
El próximo desafío para Universidad de Chile será enfrentar a un rival aún por definir, pues los otros cuartos de final también se deciden en la misma jornada. El calendario compacto de la competición implica viajes frecuentes y una carga física alta, factores que el cuerpo técnico deberá gestionar para evitar lesiones y mantener el nivel competitivo.
En definitiva, el 2-1 de Coquimbo no solo abre la puerta a las semifinales, sino que reaviva la esperanza de una afición que anhela volver a brillar en el continente. El camino sigue, y los próximos partidos pondrán a prueba la continuidad de este rendimiento ofensivo-y-defensivo que ha llevado al equipo a su primer gran hito internacional en más de una década.